Estas últimas semanas veo a Fer algo raro, temo que le pase algo y no quiera contarlo. Apenas habla en la mesa, está como abstraído y no presta atención cuando le hablo. Ayer, sin ir más lejos, me contaba que a veces no se acuerda de las cosas y le cuesta mucho concentrarse para estudiar.
No se, no he notado nada especial, si es cierto que parece más flojo. Ya sabes como son los chicos de esta edad
Creo que deberíamos hablar con él, preguntarle que le pasa. Me preocupa que pueda hacer algo indebido, una amiga me contó que su hija llevaba varios días rara hasta que se dieron cuenta de que la estaban insultando en el instituto.
Adolescentes, dudas y cambios de humor
Como es sabido los adolescentes adoptan frecuentes cambios de humor a lo largo esta etapa, los adolescentes y la mayoría de adultos. La diferencia estriba en que los adolescentes son más expansivos en su manera de comunicar sus estados de ánimo.
La velocidad de los cambios en los chicos de estas edades es muy rápida, pueden estar dicharacheros y a las pocas horas hundidos. Básicamente esto es lo que trae a mal traer a los padres.
No obstante la madre de Fer ha estado perspicaz, ha observado cierta constancia en los cambios de humor de su hijo y su sexto sentido maternal la ha prevenido ante una posible situación de peligro. Personalmente creo que las madres incorporan un microchip que se activa a la mínima señal de alarma, al menos así era la mía, sólo entrar por casa ya sabía si me había peleado o me había encontrado un billete de 100.
Estoy con Almu, hay que hablar con el chico. Una buena manera de hacerlo tener el siguiente formato.
Abordar a un adolescente descentrado
- Partir de la observación. De la misma manera que Almu, es importante estar atento a cualquier cambio que observen en la conducta de los hijos. En ocasiones esto no es fácil por que los cambios se producen de manera lenta, casi inapreciable. El adolescente puede estar viviendo una situación de malestar y hacerlo de modo interno, sin alharacas.
- Sistematizar la observación. A fin de saber si lo que está pasando es algo pasajero o por el contrario puede ser algo serio, conviene registrar los comportamientos en el contexto en que se realizan. Por ejemplo el adolescente puede iniciar comportamientos evasivos solamente cuando tiene que ir a la ducha, o todo lo contrario cuando llega a casa inmediatamente necesita lavarse. Una chica que conocí tenía por costumbre ducharse por la mañana, de repente cambió ese comportamiento y comenzó a hacerlo por la tarde-noche al regresar a casa. La razón es que tenía un novio que la presionaba para tener relaciones y al sentirse sucia por permitirlo precisaba ir a ducharse en cuanto llegaba a casa.
- Comunicación no-verbal. Más importante que el lenguaje verbal es el corporal. Si su hijo está pasando por un mal momento es seguro que lo expresará a través de su cuerpo. Si está triste sus brazos caerán, irá con la cabeza gacha y no tendrá ganas de hacer nada. Si, por el contrario, está ansioso se mostrará inquieto, incapaz de conciliar el sueño e irritable. Sea como fuere si percibe una de estas actitudes de manera repentina estamos ante claros síntomas de que algo no va bien.
- Inicie la acción. Con los datos recogidos de las observaciones anteriores es recomendable empezar a averiguar que está pasando. Póngase en contacto con las personas del entorno más cercano a su hijo, puede hacerlo directamente o bien a través de sus padres. Pregunte si han observado lo mismo que usted y que explicación dan. En condiciones normales le darán las claves para entender que le puede estar pasando al chico.
- Emprenda el diálogo. Ha llegado la hora de cotejar con su hijo que está pasando. El diálogo no debe ser directo, insisto NO debe ser directo, del tipo ¿Qué te pasa hijo?. La conversación ha de producirse cuando su hijo esté relajado, asegúrese de que es un buen momento y que su hijo está en condiciones de escuchar, hágalo siempre estando sentados los dos. Inicie el abordaje con un hecho objetivo, ejemplo ¿He observado que hace dos semanas que no recoges la ropa de tu habitación, necesitas ayuda?.
- Entre en materia. Una vez iniciado el diálogo si detecta evasivas por parte de su hijo, no insista déjelo momentáneamente. En caso de que el muchacho comience a hablar, déjele que exprese lo que lleva dentro sin interrumpirlo ni dar soluciones precipitadas.
- Búsqueda de soluciones. Es el momento de solucionar el problema. Ofrézcale su ayuda, dígale que usted o alguien que conoce ya ha pasado por la misma situación y que tiene salida. Cada problema es distinto, pero lo más importante es que el adolescente perciba que puede contar con sus padres pase lo pase.
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Learning a ton from these neat arislcet.
[…] Fer está raro ¿Será cosa de la edad? […]