Periódicamente nos asaltan noticias sobre adolescentes que acosan y maltratan a su progenitores hasta que estos cansados y desesperados optan por denunciarlos a la justicia. La revista “eljueves” abordaba, de un modo irónico, hasta donde podemos llegar. Pero, ¿Quiénes son?, ¿Existe un perfil del adolescente maltratador?, ¿Por qué se produce?
El incremento de este tipo de casos es exponencial. Se puede hablar de que las denuncias se han doblado desde 2005.
Pese a que las comunidades autónomas han puesto en marcha programas para paliarlo, estamos ante un problema que lejos de corregirse parece haberse desbocado. Hace un par de días Cantabria, pese a los recortes, ponía en funcionamiento un programa para hacer frente a la situación, enfatizando el acento en la prevención.
El espectro de edad es muy amplio, si antes se concentraban los casos entre adolescentes de entre 14 a 18 años, ahora se constatan denuncias sobre chicos más jóvenes, en ocasiones menores de 12 años.
También llama la atención la procedencia social.La mayor parte de los adolescentes denunciados pertenecen a familias estructuradas, son hombres (aunque cada vez son más la mujeres) y pertenecen a una familia monoparental (principalmente criados por la madre)
Conviene diferenciar entre el adolescente que tiene diagnosticado un trastorno de conducta o un trastorno de personalidad y aquel que maltrata simplemente para obtener una posición de poder en la familia, lo que Javier Urra definió acertadamente como “el pequeño dictador“
Cuando existe una patología, el maltrato es una consecuencia y no solamente afecta a los padres. En estos casos no cabe más salida que la intervención psiquiátrica. No existen datos de cuantas denuncias se refieren a chicos con trastornos de conducta o personalidad, pero parece que el grueso de adolescentes maltratadores se refiere más a los pequeños dictadores.
PRIMERA: Lo quiero, lo tengo
En una sociedad que rinde culto al consumo, la satisfacción se identifica con el poseer cosas. Por lo tanto, cuantos más objetos tiene mi hijo más feliz será. Esta forma de ver la vida hace que el adulto se preocupe por complacer cada capricho que tiene el chico en el menor tiempo posible. Cuando no es factible satisfacer las demandas, el adolescente desentierra el hacha de guerra y se inicia un proceso tóxico de exigencia de sus peticiones.
Los adultos que optan por ceder al chantaje son víctimas potenciales de maltrato. Prefieren evitar un conflicto claudicando a las imposiciones del hijo.
Desafortunadamente lo que consiguen es todo lo contrario, el muchacho se ve reforzado en su forma de actuar (al fin y al cabo ha conseguido lo que quería) y la próxima vez volverá con más fuerza, si es niño con peores rabietas, si es adolescente agrediendo verbal o incluso físicamente, hasta conseguir lo que quiera.
Usted no tiene por que dar explicaciones ni por que justificarse. Si entiende que no es el momento de tener tal o cual cosa, simplemente no se la proporcione.
Ignore el comportamiento manipulador, los niños usan las rabietas (especialmente en espacios públicos), los adolescentes las palabras (todos lo tienen, eres una mala madre, me das pena…).
Manténgase firme, imperturbable. Si ha dicho que NO, es no. Si no lo hace de esta manera espérese lo peor más temprano que tarde. Su hijo no va a ser más feliz por tener lo que exige, en realidad le importa un “pepino”, lo que realmente desea es ganarle el pulso, someterla.
SEGUNDA: Me apetece y lo hago
Al no fijar límites a las excéntricas peticiones de los hijos se tambalea la autoridad. Un adolescente acostumbrado a hacer lo que quiere, cuando quiere y como quiere, no respeta ningún tipo de poder.
Socavada la moral de los progenitores, el adolescente se resiste a obedecer a las personas que representan la autoridad.
Esto es muy visible en el ámbito académico, al producirse desafíos al profesorado, cuando no los insultos y vejaciones. Se inicia, de esta manera, un proceso de expulsión del centro que manda de vuelta al adolescente a casa reproduciéndose la situación
Los padres han de cuidar, con especial mimo, lo que representan las figuras de autoridad.
No es de recibo que se quejen de las vacaciones o el status de los profesores y luego querer que se les respete. Si su hijo le escuche hablar mal de las figuras de autoridad, de por seguro que no las respetará.
TERCERA: !Me da igual, ya me levantarán el castigo!
Parece que no es moderno castigar, y no siendo aconsejable como medida habitual, no se trata de humillar. El castigo no se debe confundir con el maltrato. El debate está en la calle, ¿Dónde está el límite para castigar a los hijos?
Los afligidos padres no encuentran, en muchas ocasiones, la referencia para sancionar a sus hijos, y cuando la encuentran pueden cometer un error fatal: la desproporción de la pena: Veamos un ejemplo, el chico llega tarde a casa, como consecuencia lo castigamos sin salir durante un trimestre.
Siendo fatal la desproporción es mucho más perniciosa la costumbre de rebajar la sanción e incluso anularla a los pocos días u horas. En el ejemplo anterior, si al cabo de una semana dejamos que salga, ¿Qué cree que aprenderá el adolescente?
Piénselo bien antes de imponer un periodo temporal de sanción. Los tramos temporales largos no son efectivos, casi nunca llegan a cumplirse y su autoridad acabará resintiéndose.
El castigo si es proporcional y justo educa. Si por el contrario es exagerado juega en su contra.
Y no tenga miedo en imponer castigos si fuera necesario, o acaso cree que si reiteradamente llega tarde al trabajo le van a felicitar.
CUARTA: ! Qué pasa colegas…!
Las comunas hippies de los 70 se basaban en la ausencia de jerarquías, no seré yo quien critique esa estructura relacional. Usted puede optar por este tipo de modelos, nada se lo impide, pero piense bien si es eso lo que quiere.
Cuando los pisos tenían más de 70m2 y toda la familia habitaba el mismo espacio eran los abuelos quienes ejercían de patriarcas, a ellos estaban subordinados sus hijos y a estos sus nietos.
Esos tiempos han pasado, no digo ni mucho menos que fuera una situación ideal, pero sí que las jerarquías estaban delimitadas y con ello se aseguraba la transición en el poder.
Al igualarse el adolescente a sus padres se rompe el sistema. Los padres han de ejercer como tales, tienen la obligación de educar y también de sancionar si no son obedecidos. Al convertirse en colegas todo esto no es posible.
El padre o la madre colega pierde su identidad como educador, se resquebraja su función y está a merced de los caprichos de su hijo.
Usted no puede consentir que su hijo lleve la batuta. Si hoy toca macarrones para comer, se comen macarrones. Si toca esperar al mes que viene para comprar unos pantalones, se espera. Si hay que hacer la cama antes de marchar al instituto, se hace. En definitiva, toca tomar el mando, o es padre o es colega, las dos cosas son incompatibles.
Ni comunas hippies, ni modelos decimonónicos. Aplique el sentido común.
QUINTA: !Ya lo hará mi madre, es su obligación!
Muchas madres, y no pocos padres, parecen no caer en la cuenta de que se han convertido en la señora de la limpieza o el cajero automático más próximo. Enardecidos por que la comida le ha quemado la lengua, algunos adolescentes, son capaces de proferir todo tipo de improperios hacia sus acongojados padres.
Y lo que es peor, se sienten culpables. Convencidos de que no han hecho bien las cosas, algunos padres se culpan de no poder dar más dinero a sus hijos, no ser capaces de regalarle el móvil de última generación o no poder ya comprarle ropa de marca. Créanme lo he visto, ojiplático claro.
Usted administra su casa como mejor le parezca. No es el esclavo/a de su hijo. Sus obligaciones las determina usted, nadie más. No piense que si le hace las cosas, el chico y usted van a ser más felices, no lo van a ser seguro.
Acostumbre a su hijo desde pequeño a tener en orden sus cosas. A los dos años un niño puede y debe ayudar a recoger los juguetes que ha tirado y mientras no suceda no se pasa a otra cosa.
Si su hijo adolescente no quiere hacer la cama o se niega a participar en las labores del hogar, no le planche la ropa, no le recoja la ropa, no le compre el gel que le gusta, no haga nada hasta que cumpla sus obligaciones.
Usted determina las obligaciones, no deje que su hijo tome el mando.
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SEÑOR SU PAGINA ES EXCELENTE,,,,,,,YA QUE DICE TODA LA VERDAD,,,,,QUE SE PUEDE HACER ,,,,,,CUANDO UNA MADRE SIGUE ACEPTANDO,,,,,,,INSULTOS Y OFENSAS DE SU HIJO DE 45 AÑOS
Tengo con dos hijos una de 27 años y otra25años llevo 8años con faltas de respeto amenazas no me dejan ver a mis nieto por venganza se inventan las cosas que yo no digo manipulan todo lo k digo por todo me amenazan yo intento llevarme viene pero cada día que pasa es peor se tienen superior y acento más daño con palabras insultos amenazas y no se que acer .e caído en un estado de depresión y ansiedad y que puedo acer intento agradables pero veo que es peor y aguanto todo esto solo porque me hablen pero ya no puedo mas están destruyendo mi matrimonio y mi vida que puedo acer
buenos dias le cuento mi historia espero me pueda ayudar yo tengo 3 hijos uno 17,él otro de 15 yde 7 ,mi primer hijo no hijo de mi esposo yo me uní con mi esposo cuando mi hijo tenia 2 años nuestro error fue mentirle a mi hijo y no desirle q mi esposo no era su papa él siempre lo quiso como hijo q asta su apellido le dio pero yo siempre quería q fuera él mejor xq la verdad hera dura él verdadero papa nunca lo quiso y me izo sufrir hasta él punto de q quería q lo abortara pero el se entero a los 11 años q mi esposo no cera su papa de mala manera le dijo mi suegra mi hijo desde hay empezó a cambiar y aquere saber mas de su verdadero papa pero me deje llevar de la ira y le dije toda mi verdad en forma grosera y desde hay empeso a jusgarme y no boy a negar con la escusa q quería q sea él mejor él pegaba hasta x un 18 q me sacara siempre le exigía q sea él mejor q tenia q traerme en aquel tiempo 20 en las notas y siempre le exigía ,ahora es una personó q no me ase caso me grita ya se a ido de la casa 3 veses ya no esta estudiando y lo poco q me dice q yo no lo quiero xq yo siempre le e pegado él no se acuerda de ningún momento feliz q yo y emos pasado solo tiene los malos recuerdos y dice q yo prefiero a mis otros hijos q cuando él no esta nosotros establos bien sin él y q se quiere morir para ya no molestar aves esta bien y cuando mejor lo trato se me enoja no se hacer yo amo. a mi hijo y es dolororoso q no este en casa y tambien dice q todo lo q mi esposo le adado es x pena ayudeme xfabor no se q hacer yo amo a mis 3 hijos
Buenos días tengo un hijo mayor de edad q no vive en casa por que cuando me exigía dinero para marihuana y no le daba me rompía cosas como ordenador, la habitación , ahora esta en una casa q le estoy pagando yo mas la comida mas sus gastos no se q hace estoy desesperada cada vez me exige mas y me siento impotente con la situacion.Gracias
Me esta pasando con mi hijo de 20 años, desde q tienenovia se ha alejado y estos ultimos dis vive agediendome, estoy separada del padre hace 19 años y a pesar de q el padre siempre fue violneto con él y conmigo, dice que nootros oo nos llevamos bien. Yo siemrpe me hice cargo de el en todo sentido y siento una injusticia y angustia tremenda. No merezco esto, porque ya me enferme enn forma crónica por una cuestion emocional, sé que estos sufrimientos si persisten me vana taer porblemas fisicos Relamente nunca hubiera esperado esto y tmapoco se que hacer . saludos. se que no contestan, escribo solo para descargarme